Yo creo que después del olor a tortilla de patatas recién hecha, no hay plato que recuerde más la comida casera que una buena bandeja de macarrones al horno. Y sin embargo, pocas veces los preparamos porque pensamos que es un plato mediocre, explotado por los menús de diario, los comedores escolares y las fiambreras de batalla. Nada más lejos de la realidad.
Como casi cualquier receta, ésta puede ser un plato diez si se usan productos de calidad y se pone el mimo necesario para convertirlo en plato excelso, o, por el contrario convertirse en ese engrudo de pasta blandusca y tomate frito de bote que les sirven a nuestros hijos en las guarderías. El éxito de unos buenos macarrones dependerá básicamente de la calidad de la pasta, de su cocción perfecta y de la salsa que se utilice en su preparación. Por lo demás, consiste en un toque final de horno con nuestro queso preferido y un par de nueces de mantequilla para engrandecer un plato que merece todo nuestro respeto: es completo, delicioso, no excesivamente caro y gusta a todo tipo de públicos.
En casa triunfan los clásicos macarrones con una salsa boloñesa. Podéis prepararla con antelación y guardarla en la nevera en botes bien cerrados, incluso congelarla. De este modo, este plato os ocupará menos de media hora y os resolverá aquellas comidas no previstas. Con esta misma salsa, incluso, podéis elaborar pasteles de carne, pasteles de carne, patatas y verduras, la típica Moussaka, etc. De esta forma, de una misma preparación se preparan varios platos. Optimización de recursos y tiempo! Fundamental en todas las cocinas.
Puesto que la receta de la salsa boloñesa está en este enlace, sólo debo añadir que preparéis medio kilo de buenos macarrones para unas 6 personas, que sigáis las indicaciones del fabricante sobre el tiempo de cocción– el tiempo varía mucho dependiendo de si es fresca o seca- y que lo gratinéis a fuego fuerte durante unos diez minutos con el queso que más os guste ( Parmesano, Mahón seco, Gruyère suizo, un Flor de Esgueva, etc) para conseguir esa maraña de macarrones bien sabrosa que tanto alegró nuestros días de infancia.