VAJILLAS:
¿CÓMO ELEGIR UNA VAJILLA?:
1-La hospitalidad está en los pequeños detalles. El arte de recibir necesita del buen gusto, el equilibrio, la armonía.
Un plato bien escogido realza la receta, la enmarca, la embellece. Da brillo a la mesa, enaltece el conjunto.
El arte de cocinar alcanza su cénit con el soporte de un bello plato. Un material noble que haga disfrutar al comensal con los cinco sentidos.
El diseño de un plato es tan importante como la propia receta, es el escenario y la luz de la función que está por comenzar.
EL DISEÑO Y LOS MATERIALES
2- El arte culinario evoluciona, el diseño de una vajilla, también. Del barro al bronce, de la loza a la plata, de la porcelana al cristal. Redondos, cuadrados o asimétricos, el plato añade estilo a la mesa.
Cualquier material es bello si se armoniza con el conjunto de elementos de una mesa y con el tipo de comida que queremos ofrecer.
El material debe ser noble, resistente, su higiene impoluta, su presentación exquisita.
El color puede contrastar con las telas, alegrar el conjunto, resaltar el producto. El blanco suaviza el ambiente, es la elegancia y la discreción. El cristal juega con la luz. El acero ya no frío. La pizarra es calidez.
FORMAS Y VOLUMENES
3- Una vajilla, como la comida, juega con las formas y los volúmenes. Ha de ser práctica, bella, la pieza imprescindible que no resta protagonismo al plato.
De estilo tradicional o vanguardista, pero siempre de calidad. De frágil aspecto, pero resistente en la mesa y fuera de ella.
Transparente, colorista, de motivos florales o geométricos, negra, blanca, metalizada. El plato cambia de forma y diseño, pero respeta el orden establecido.
Trinchadores, soperos, llanos… Un protocolo de buen gusto que se realza con la elección de una vajilla.
LA ALEGRÍA EN LA MESA.
4- ¿Una vajilla para toda la vida o una para cada ocasión? ¿Para seis o para doce comensales?
Las vajillas elegidas marcan nuestro estilo de vida, nuestro grado de hospitalidad.
Un plato nuevo en la mesa es una nueva ocasión para el placer compartido.
Un plato bello en la mesa es una muestra de generosa sensualidad.
CRISTALERIA. COPAS.
¿CÓMO ELEGIR UNA CRISTALERÍA?
LA LUZ EN LA MESA.
1-Una copa bien elegida es la quintaesencia de la sofisticación. Realza la calidad de la bebida que contiene y aumenta su disfrute.
Con una copa se da la bienvenida, es un apretón de manos, un abrazo. Expresa cordialidad, atrapa la alegría.
Delicada y transparente o colorista y alegre, las copas atraen la luz sobre la mesa. Son la nota de buen gusto, el recibimiento transformado en cristal.
TIPOS DE COPA
2- Hay tantas copas como bebidas hay en el mundo. De vino, de agua, de Jerez, de licor, de Cognac, de Champagne… Elijamos aquellas que demuestren cuál es nuestra cultura enogastronómica.
Una copa de vino, amplia, de boca ancha, sin grabados superfluos, es el más elegante regalo para el amante de un buen reserva. Una catita de fino es el mejor envoltorio para un blanco que conversa con amigos.
La forma de las copas sugieren el tipo de bebidas que contendrán: grandes y abombadas para el tinto, esbeltas y aflautadas para el Champagne o cava, pequeñas, cortas y delgadas para licores, de pie corto y boca muy amplia para el Cognac.
Las copas elegidas reflejan el respeto y el conocimiento del anfitrión por las bebidas que han de acompañar una buena comida. Favorecen el paso de los aromas y la degustación de los caldos.
TIPOS DE MATERIALES
3-Desde la popular taza de loza donde se bebe el Ribeiro, al cristal de Bohemia de un Borgoña, el material debe respetar la calidad y la tradición del producto que acompaña.
Nada es desdeñable si se mantiene en óptimas condiciones de higiene y presentación.
La calidad del cristal depende de su grosor, su transparencia y su brillo. Igual que un brillante, necesita un buen tallado para resaltar su belleza.
Nuestro estilo de mesa y el grado de formalidad se decantarán por el liso o el grabado, el color de estilo veneciano o el fino y transparente de la tradición checa.
CUIDADOS Y MANTENIMIENTO
4-El cristal de una copa será bello en tanto en cuento conserve transparencia e higiene.
Las copas mates o arañadas por utensilios no adecuados destrozan la mesa y desmerecen el producto.
El secado debe ser escrupuloso con trapos adecuados para evitar restos que empañen la transparencia y el brillo.
No utilice productos agresivos ni introduzca elementos que puedan resquebrajar los cristales más delicados.
Conservar en un lugar reservado únicamente para la cristalería.
